Somos un grupo de personas que nos hemos conocido gracias a tener una sensibilidad manifiesta ante la situación de las personas migrantes.

Hemos participado y, en ocasiones, coincidido en acciones solidarias, sea en campos en Grecia, en Italia o en España.

A raíz del confinamiento, y la consecuente paralización de todas las actividades que se estaban llevando a cabo, unos compañeros de Euskadi que estaban iniciando un proyecto de aprendizaje de euskera por barrios, contactaron con otras compañeras para hacer algo similar a nivel estatal, ya que desde Madrid, estas, también habían comenzado a poner en contacto personas literalmente una a una a través de WhatsApp para practicar el castellano, debido a la paralización de sus clases presenciales de castellano.

Unidos estos dos nexos, el proyecto empieza a extenderse y a llegar a otras personas que al conocerlo también quieren participar de él, y comienza así una red de intercambio de ideas y trabajo, que actualmente se materializa en un equipo de coordinación.

Actualmente nos hemos instituido como asociación, para seguir dándole continuidad a este proyecto y a los futuros.